Fernando Fazzolari

Exposiciones

En el Nombre del Padre

Galería Álvaro Castagnino

1991

No se

 

si existe

 

alguna poética de la ausencia que implique

 

con precisión el sentimiento de lo

 

desconocido

 

 

 

(no se si tu o yo)

 

 

 

Aquello intuido como existente pero que jamás 

 

tomó cuerpo. (Alguno).

 

 

 

(Cierra esa mano padre, sobre mi alma,

 

acógeme quiéreme aunque no más

 

sea en esta sola vez)

 

 

 

Ese objeto difícil, hasta de añorar, por carecer

 

de imagen, más allá de su condición fantasmática,

 

una suerte de recorte en lo real, una creación

 

simbólica, un imposible imaginario.

 

 

 

(Circular como el hijo del ciego, el

 

que jamás concibe la sensación de ser visto)

 

 

 

Un vacío que obliga a buscar el origen de

 

su condición, casi una ficción de la procreación:

 

cómo nada concibe.

 

Algo tan embarazoso como engendrar lo

 

perfecto.

 

 

 

(Padre! Te he buscado todo el día

 

en la isla del incendio. Fui allí con

 

un mensaje)

 

 

 

Buscar, husmear, reproducir con pasión

 

los movimientos de un universo que alcance

 

a reconstruir la fragmentación del tiempo

 

que las sucesivas herencias van partiendo y

 

perdiendo en la memoria.

 

 

 

(La tentación de lo invisible

 

me ha tentado lo (el) invisible)

 

 

 

Ubicarse como un astrónomo de su génesis

 

y tratar de resolver los enigmas de un

 

cielo donde lo (el) desconocido concentra

 

la mayor cantidad de datos

 

 

 

(Ese ha sido tu padre - Ese ácido tu padre)

 

 

 

Indagar el pasado, estructurar un

 

árbol, una historia, de manera que

 

la brecha no se prolongue en una

 

eterna ignorancia

 

 

 

(No te dejaré pasar a través mío

 

Si no pronuncias ni nombre)

 

 

 

Ahora, una épica nueva. La sagrada

 

tortuga. Un caparazón, espejo roto por

 

titanes, los trabajos de la reconstrucción,

 

los días de una vida destinada a reclamar

 

el ojo que nos permita volver a ver el

 

universo completo; la ilusión, el cielo entero:

 

 

 

Dios

 

 

 

(País del árbol, corona blanca

 

de la estatuilla, pavés de la estatua.

 

Yo soy el niño, yo soy el niño)

 

 

 

Yo soy el niño.

 

 

 

 

 

                                              Fernando Fazzolari